Ya es un tema conocido por muchos que existe una parte “invisible” de la WEB, aquello que los motores de búsqueda pasan sin ver y agregar en sus índices, En contraste está esa parte visible apenas el 10% de la misma y quienes navegamos a diario en un mundo de información que ya de por sí es basta y extensa y que aún no podemos terminar de entender, de aprovechar de analizar y que sigue creciendo día con día.
La Deep WEB que es como le llaman ocupa el 90%, ya de entrada un porcentaje muy elevado y alarmante, contiene desde el rezago por los años y la obsolescencia tecnológica en los desarrollos web, sitios web protegidas con contraseña que no permiten ser agregados a los buscadores, y aún más profundo, aquellos experimentos de la ciencia que es mejor ni conocer, lo oculto, lo malvado, lo más oscuro de nuestra sociedad, tráfico de armas y de personas entre muchos otros temas y quienes saben de eso, recomiendan mejor no adentrarse a estos terrenos tan peligrosos, depravados y nocivos. Cierto o no, mi tarea es otra en este artículo.



Tal vez hemos escuchado por estos días la pérdida millonaria de nuestra red social favorita “ Facebook” (que por cierto Instagram y WhatsApp le pertenecen también). Lo grave no es el lugar que acaba de perder Zuckerberg, dueño de Facebook, en la lista de los más ricos del mundo sino lo que significa para nosotros los usuarios de dichas redes el uso que dan a nuestros datos. La principal red desde donde compartimos nuestra vida social y laboral, donde ya era importante cuidar nuestra privacidad y la de nuestra familia.
Hablar de privacidad y de inseguridad en Internet y las redes sociales en estos momentos es complejo, la sociabilidad se ha mudado a la red. Y queremos compartir las cosas buenas que nos pasan, y también las demás. Las comunicaciones en estos tiempos son muy abiertas y las fronteras han sido derrumbadas y por ende los límites prácticamente no existen.
Cuando nace el CAD (Centro de Aprendizaje Digital), un proyecto de la asociación civil Kórima Converge, una tarea diaria ya desde hace 1 año de manera más intensa, ha sido la de actualizarse y conocer las distintas tecnologías de la información y comunicación (TIC) como herramientas de apoyo en la educación. La lista es interminable y sus aplicaciones en nuestro entorno muy pocas. Las hay desde los sistemas LMS (Gestores del Aprendizaje) hasta los Entornos de red social, tutorías, wikis, edublogs, los foros y muchas otras herramientas puntuales de apoyo además en actividades y educación especial.
Como personas, podemos vibrar por una causa o agravio y esto nos hace coincidir en algún momento y lugar en grupos, organizaciones o movimientos que proponen un cambio, mejora o apoyo. Puede ser la salud, derechos humanos, medio ambiente, migrantes, tercera edad y muchas más; yo opto por humanizar la tecnología, y al hacerlo, la intención es influir positivamente en todas y cada una de ellas.